Together cumple en inquietar y generar varias imágenes impactantes, aunque lejos está de ser una película importante, no importa que tan elevado sea este terror y que tan shockeante puedan ser las metáforas acerca de lo que puede pasar cada vez que dos personas deciden estar juntas para siempre.

Un ejemplo de horror físico con pocos personajes y una trama sencilla, una combinación de terror elevado con un particular gusto por lo visualmente revulsivo y una reflexión acerca del concepto ideal de pareja, todo en un formato bien narrado y sin demasiadas vueltas. Los protagonistas de la historia son un hombre y una mujer cuya relación está marcada por algunas tensiones no resueltas. En medio de esa situación se mudan al campo y en una excursión caen en un extraño pozo que conduce a una cueva. Al tomar el agua que encuentran ahí cuando tienen sed, comienzan a experimentar transformaciones incomprensibles y su vínculo se vuelve cada vez más dependiente. ¿Es una enfermedad, es una maldición? La vida cotidiana se transforma en una pesadilla y ambos tienen cada vez más necesidad de estar juntos, muy juntos.

Together, como todo largometraje de horror físico, remite automáticamente al máximo exponente del género, David Cronenberg, pero en su asquerosidad poco justificada y algo de trazo grueso, lamentablemente recuerda también a La Sustancia.

Sin llegar a la abyección de ese último film, pero sin acercarse al mencionado maestro, la película cumple en inquietar y generar varias imágenes impactantes. Hasta el final sostiene su premisa y completa el recorrido de forma correcta. Alison Brie y Dave Franco son actores de primer nivel que le aportan bastante a la efectividad de la trama dentro de lo que esta permite. Pero lejos está de ser una película importante, no importa que tan elevado sea este terror y que tan shockeante puedan ser las metáforas acerca de lo que puede pasar cada vez que dos personas deciden estar juntas para siempre.

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