Este 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una emergencia médica de extrema gravedad, ya que por cada minuto que pasa durante un episodio implica la pérdida de dos millones de neuronas. Esto puede marcar la diferencia entre una recuperación completa, una discapacidad permanente o incluso la vida y la muerte.

El ACV ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, ya sea por un bloqueo o un sangrado y representa la principal causa de discapacidad y la segunda causa de muerte a nivel mundial. Esto se debe en parte a la falta de control en los factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto y el tabaquismo, además de estilos de vida poco saludables, según el doctor Pedro Lylyk, prestigioso neurocirujano, referente internacional en esta patología, y director del Equipo de Neurocirugía Endovascular Radiología Intervencionista (ENERI).
Entre las señales de alerta que se pueden detectar se encuentran:
Pérdida repentina de fuerza en la cara, brazo o pierna.
Dificultad para hablar o entender.
Visión borrosa o pérdida de visión en un ojo.
Mareos, problemas de equilibrio o coordinación.
Dolor de cabeza intenso, de aparición súbita.
Y lo más importante: nunca esperar a que los síntomas “se pasen solos”. Llamar a emergencias de inmediato puede salvar una vida.
Es importante destacar que evitar un ACV es posible en muchos casos a través del control de ciertos factores de riesgo como la presión arterial, el colesterol y los niveles de glucemia, así como mantener una actividad física regular y evitar el consumo de tabaco.
Para detectar un ACV a tiempo, utiliza la regla RÁPIDO: Rostro caído, Abrazo débil, Palabras confusas, Inmediatamente llama al 911. Otros síntomas de alerta incluyen dificultad para ver, caminar, mareos, y un dolor de cabeza súbito e intenso. Reconocer y actuar rápido es crucial, ya que algunos tratamientos efectivos solo funcionan si se aplican dentro de las primeras horas tras el inicio de los síntomas.

El doctor Pedro Lylyk presentará innovaciones entre las que se destaca el sistema Rapid AI, implementado en la Clínica La Sagrada Familia, que permite analizar imágenes médicas en tiempo real y detectar un ACV en cuestión de minutos, reduciendo el tiempo de diagnóstico y tratamiento en 15 minutos promedio, lo que equivale a salvar hasta 30 millones de neuronas por paciente. Este software compara las tomografías con bases de datos internacionales y genera una puntuación automática que orienta al equipo médico en la toma de decisiones urgentes. La reducción del tiempo de diagnóstico y tratamiento es uno de los logros más significativos de esta tecnología, ya que permite adelantar intervenciones, mejorar el pronóstico del paciente y con ello preservar millones de neuronas y mejorar las perspectivas de recuperación para cada paciente.
