Leer de forma crítica no es un lujo intelectual; es un método práctico para convertir el conocimiento colectivo en decisiones sólidas, que todas las personas podemos implementar en la forma en que leemos. Quien cultiva este hábito dirige su vida y, a menudo, también a los demás
Leer con una intención clara convierte lo que los autores saben, en una ventaja propia y, con ello, en capacidad de guiar a otros. Hace siglos, Francis Bacon dijo que el conocimiento es poder. Hoy lo comprobamos, las empresas invierten en personas con amplia formación; sólo cuando se trata de puestos gerenciales, donde se decide el rumbo del negocio.
Para la mayoría de las tareas más rutinarias prefieren perfiles menos costosos, es decir, con menos conocimiento y menos capacidad resolutiva para que sigan procesos ya definidos. En el nivel alto ya mencionado como gerencial, muchas organizaciones aplican el modelo SECI de Nonaka y Takeuchi. Sus siglas vienen de Socializar, Externalizar, Combinar e Internalizar. En este espacio me parece relevante analizar, aunque someramente la fase C, de Combinar, ya que es clave y reúne datos sueltos, los ordena y los vuelve un plan coherente. Así, el saber común, pasa a ser una herramienta lista para ser implementada en acciones reales, que serían producto de la capacidad de toma de decisiones que tenemos los seres humanos, individuales y/o colectivas.
Sin embargo, acumular datos no basta, si no pensamos por cuenta propia. Lo que significa que la sola absorción de conocimiento, no es nada si dicho conocimiento no ha cosechado en el pensamiento individual. Immanuel Kant lo resumió con su “atrévete a saber”. Hoy, la psicología lo confirma, indicando que, cuando las personas sienten que sus propias decisiones importan, se vuelven más creativas y resistentes a la frustración.
Leer también debe llevarnos a actuar. Paulo Freire decía que primero hay que “leer el mundo”. Jack Mezirow mostró que, una reflexión profunda termina en proyectos concretos. Algo parecido plantea Carol Dweck con su idea de mentalidad de crecimiento, quien cree que puede mejorar busca retos y aprende de los errores.
Ante ello, resulta interesante comprender desde diferentes perspectivas que podemos pasar del mundo de las ideas al mundo material, con la sola combinación de pensamiento y acción.
Debo agregar que, para liderar hace falta que los demás reconozcan tu voz, lo que significa, que seas un vocero válido y legítimo de los demás. Pierre Bourdieu explicó que manejar ciertas claves culturales da legitimidad. Es claro que, en la era de las redes sociales, la dinámica es la misma; quien comparte información fiable gana respeto y seguidores, generalmente.
Para concluir, el aprendizaje guiado se vuelve liderazgo cuando la ayuda externa se retira y queda el criterio propio. Lev Vygotsky llamó zona de desarrollo próximo a esa etapa, en la que un mentor impulsa, pero luego deja que el aprendiz avance solo. En resumen, leer de forma crítica no es un lujo intelectual; es un método práctico para convertir el conocimiento colectivo en decisiones sólidas, que todas las personas podemos implementar en la forma en que leemos. Quien cultiva este hábito dirige su vida y, a menudo, también a los demás. Quien lo descuida, termina siguiendo a quienes todavía abren libros virtuales o al puro estilo clásico.

Por Erick Lasso - Gerente de KLASS ASESORES
Articulista www.vibramanabi.com