Investigaciones recientes exploran cómo ciertas prácticas pueden influir en la capacidad de atención, el razonamiento y la memoria, abriendo nuevas posibilidades para el entrenamiento mental cotidiano. Juegos de lógica, prácticas de meditación y ejercicios de lenguaje, pueden integrarse fácilmente a la rutina diaria.
Fortalecer la memoria y la concentración con ejercicios mentales es posible, afirma Psych Central. Diversos estudios recientes respaldan la idea de que ciertas actividades y juegos pueden potenciar la agilidad cerebral. Acciones como aprender un nuevo idioma o resolver sudokus contribuyen, de acuerdo con la ciencia, a mejorar la salud cognitiva cuando se incorporan a la vida diaria.
La función cerebral cambia a lo largo del tiempo y puede verse afectada por factores como el estrés, el envejecimiento, la falta de sueño o hábitos poco saludables. Psych Central explica que mantener la mente activa resulta clave para contrarrestar estos efectos y preservar la agilidad cognitiva. El concepto de reserva cerebral —la capacidad del cerebro para afrontar el deterioro cognitivo— se vuelve relevante, y ciertas actividades contribuyen a fortalecerla.

Actividades y juegos recomendados para el entrenamiento mental
Los ejercicios mentales constituyen herramientas prácticas para mejorar la memoria y la concentración. Psych Central sugiere opciones como juegos de lógica, prácticas de meditación y ejercicios de lenguaje, que pueden integrarse fácilmente a la rutina diaria. Estas actividades también pueden fomentar la resiliencia mental ante los desafíos cotidianos.
Uno de los ejercicios más destacados es aprender un nuevo idioma, debido a su impacto positivo en la estructura cerebral. Un estudio de 2018, citado por Psych Central, evidenció que el bilingüismo produce cambios en áreas asociadas con la reserva neural, lo que ayuda a mantener las funciones cognitivas en la vejez. Las aplicaciones y los cursos en línea facilitan el acceso a este aprendizaje. Por lo tanto, cualquier persona puede obtener sus beneficios.
La lectura activa y la toma de notas aparecen como otro ejercicio recomendable. Según un trabajo publicado en el Journal of Student Research, los estudiantes que tomaron notas mientras veían un video retuvieron mejor la información que quienes no lo hicieron. Psych Central señala que este método puede afinar el enfoque y facilitar la retención de la memoria.
También se recomienda la meditación basada en la respiración consciente, aunque la evidencia al respecto es mixta. Un estudio de 2018 observó mejoras en la atención, la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas tras practicar meditación, mientras que otra investigación más amplia en 2021 indicó que su eficacia es limitada en comparación con otros métodos. Psych Central resalta que la meditación es preferible a la inactividad, sobre todo porque contribuye a la reducción del estrés.
El ajedrez requiere planificación estratégica y atención sostenida. Un análisis de 24 estudios, citado por Psych Central, mostró que recibir clases de ajedrez puede mejorar el rendimiento matemático y la capacidad cognitiva en estudiantes de primaria y secundaria, cuando se dedican entre 25 y 30 horas de entrenamiento. Las aplicaciones permiten practicar este juego en cualquier momento, lo que facilita integrarlo en la vida cotidiana.

Juegos tradicionales y su aporte a la agilidad mental
Entre los juegos de palabras tradicionales, los crucigramas destacan por sus beneficios. Una investigación de 78 semanas con personas con deterioro cognitivo leve demostró que el entrenamiento digital con crucigramas fue más efectivo para fortalecer la función cognitiva que otros juegos digitales. Psych Central señala que estos pasatiempos impulsan el vocabulario, la memoria y el conocimiento general.
El sudoku, basado en la lógica numérica, activa regiones cerebrales asociadas a la búsqueda de reglas y estrategias. Un estudio de 2020 observó que al resolver sudokus se activan áreas medial y lateral de la corteza prefrontal, lo que respalda su uso en el entrenamiento cognitivo, especialmente en casos de depresión, trastorno bipolar o Alzheimer.
El juego de mesa Go, originario de China, demanda decisiones complejas y planificación a largo plazo. Psych Central cita un estudio según el cual los jugadores expertos de Go obtienen puntuaciones superiores en pruebas de reflexión cognitiva, incluso frente a estudiantes universitarios destacados. Además, quienes juegan Go con regularidad tienden a mostrar mayor capacidad para comprender los estados mentales propios y ajenos.
El bridge es un juego de cartas que exige pensamiento crítico y memoria. Un estudio realizado en personas de 55 a 91 años sugiere que jugar bridge puede mejorar la memoria de trabajo y el razonamiento, aunque no influye en el vocabulario ni en el tiempo de reacción. Psych Central advierte que estos resultados necesitan ser confirmados con nuevas investigaciones.
Quienes deseen integrar estos ejercicios en su rutina pueden aprovechar aplicaciones y plataformas en línea, que brindan acceso sencillo a una amplia variedad de juegos y entrenamientos mentales.
Aunque la evidencia científica sobre la efectividad de estos ejercicios varía y se requiere más investigación, incorporar actividades como las mencionadas puede aportar beneficios potenciales para la memoria, la concentración y la agilidad mental.

Con información de Infobae por Bautista Sanjurjo.