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Nitacenos, la nueva clase de peligrosos opioides sintéticos se expande por el mundo
Publicado en 12/09/2025 10:35
QUÉ PASA EN EL MUNDO

 Estimaciones científicas indican que pueden ser cientos de veces más fuertes que la heroína y, en algunos casos, superar varias veces la potencia del fentanilo.

 

El brote de sobredosis que afectó a Irlanda en noviembre de 2023 alertó a las autoridades sanitarias y a la comunidad internacional. En pocas semanas, setenta y siete personas en Dublín y Cork sufrieron intoxicaciones graves, inicialmente atribuidas a heroína adulterada. Sin embargo, los análisis de laboratorio revelaron una nueva y peligrosa clase de opioides sintéticos: los nitacenos. Desde entonces, estos compuestos se han detectado en lugares tan distantes como Freetown (Sierra Leona) y Sídney (Australia), lo que ha encendido las alarmas sobre su rápida expansión y el desafío que representan para la salud pública, según reportó The Economist.

El psiquiatra Eamon Keenan, responsable de los servicios de adicciones del sistema de salud irlandés, fue uno de los primeros en recibir la noticia del brote. “Personas en alojamientos para personas sin hogar y hospitales están colapsando”, recordó sobre aquel llamado que marcó el inicio de semanas críticas. La magnitud del problema superó las fronteras irlandesas y la inquietud de expertos y autoridades creció ante la evidencia de que los nitacenos no solo son extremadamente potentes, sino también difíciles de detectar y controlar.

Los nitacenos pertenecen a la familia de los opioides, que incluye la morfina, la heroína y el fentanilo. Sin embargo, su potencia los sitúa en una categoría aparte: estimaciones científicas indican que pueden ser cientos de veces más fuertes que la heroína y, en algunos casos, superar varias veces la potencia del fentanilo. A diferencia de la heroína y el fentanilo, que cuentan con una extensa historia médica y han sido objeto de numerosos estudios, los nitacenos apenas han sido investigados. Su consumo, en aumento en regiones como Australia y Europa, ha obligado a la comunidad científica a recopilar datos de urgencia para comprender los riesgos y el perfil de quienes los utilizan. El panorama que emerge resulta preocupante, según The Economist.

Estos compuestos no se encuentran en la naturaleza; requieren síntesis completa en laboratorio a partir de precursores químicos. Todos derivan de una estructura base denominada 2-bencil-benzimidazol, formada por anillos de carbono, hidrógeno y nitrógeno. Los primeros nitacenos se desarrollaron en la década de 1950 por la empresa suiza Chemische Industrie Basel como posibles analgésicos, pero surgieron problemas graves: su margen terapéutico era extremadamente estrecho, lo que elevaba el riesgo de sobredosis accidental. Por ejemplo, mientras que doscientos miligramos de morfina resultaban letales para la mitad de una población de ratones de laboratorio, el nitaceno más potente requería solo un miligramo para el mismo efecto. Debido a estos riesgos, nunca se aprobaron para uso médico o veterinario y quedaron relegados al olvido.

 

Gobiernos como el Reino Unido

Expansión internacional y causas del auge de los nitacenos

El resurgimiento de los nitacenos se produjo en 2019, cuando toxicólogos europeos detectaron isotonitaceno a la venta en internet. Desde entonces, este compuesto y otros similares han aparecido en Estados Unidos, Australia, Brasil, Canadá, gran parte de Europa y países de África occidental. La falta de protocolos rutinarios de detección complica la obtención de datos precisos sobre muertes, pero la Agencia Nacional contra el Crimen del Reino Unido estima que al menos 333 fallecimientos en 2024 estuvieron relacionados con los nitacenos. La tendencia asciende: la ONU ha registrado que cada año se reportan más nitacenos nuevos que variantes de fentanilo, según marca The Economist.

El auge de los nitacenos responde, en parte, a cambios en el mercado ilegal de drogas. A mediados de la década de 2010, Estados Unidos endureció la persecución de análogos del fentanilo y sus precursores, e impulsó a otros países a tomar medidas similares. China, principal productor y exportador de fentanilo y nitacenos, prohibió todos los análogos del fentanilo en 2019, reduciendo de manera drástica la producción interna. En 2021, la llegada de los talibanes al poder en Afganistán —por entonces el mayor productor mundial de opio— y la prohibición de su cultivo despertaron temores de escasez de heroína en Europa, lo que habría motivado a productores ilegales a recurrir a los nitacenos como alternativa.

 

Riesgos, tratamiento y respuesta regulatoria

El principal riesgo de los nitacenos radica en su elevada potencia y en la facilidad con la que pueden manipularse químicamente. Una dosis mucho menor que la de heroína o fentanilo provoca efectos intensos, lo que incrementa el peligro de sobredosis. El lote incautado en Irlanda en 2023, vendido como “heroína china”, contenía nitaceno pero ningún rastro de heroína, lo que condujo a varios usuarios a ingerir dosis letales de forma inadvertida. Además, los nitacenos han sido detectados en tabletas comercializadas como oxicodona y, en 2024, en pastillas vendidas como MDMA (éxtasis) durante un festival en Sídney, que causaron varias hospitalizaciones. Incluso cantidades mínimas de nitaceno presentes en drogas como cocaína o éxtasis —posible si se producen en el mismo laboratorio— pueden resultar fatales para personas sin tolerancia a los opioides. El anestesista Arne Kristian Skulberg, del Hospital Universitario de Oslo, advirtió sobre casos en los que jóvenes, tras comprar una pastilla por internet, fallecieron en su domicilio después de consumirla sin conocer su composición.

El tratamiento de las sobredosis por nitacenos presenta desafíos adicionales para los servicios de emergencia. Usualmente, se administra naloxona, un antídoto que revierte los efectos de los opioides al desplazar las moléculas de los receptores mu en el cerebro y restaurar la respiración. No obstante, algunos nitacenos, como el isotonitaceno, se degradan en el organismo en metabolitos incluso más potentes, lo que puede prolongar los efectos tóxicos y requerir dosis elevadas de naloxona, superiores a las necesarias para una sobredosis de heroína. “Esta es una droga que desafía la forma en que hemos tratado estas sobredosis durante los últimos cincuenta años”, afirmó Skulberg, quien colaboró en el desarrollo del aerosol nasal de naloxona implementado en el Reino Unido.

La respuesta regulatoria internacional ha evolucionado ante la capacidad de los productores para modificar la estructura química de los nitacenos y eludir prohibiciones específicas. En enero de 2024, el gobierno británico adoptó una definición genérica basada en la estructura central de 2-bencil-benzimidazol para clasificar todos los nitacenos como drogas de clase A, la categoría penal más severa, con el objetivo de anticipar futuras variantes. China implementó una prohibición semejante en junio del mismo año. No obstante, The Economist advierte que, aunque estas medidas logren frenar los nitacenos actuales, no impedirán la aparición de nuevos opioides sintéticos que puedan reemplazarlos.

La inquietud entre los expertos persiste ante la posibilidad de que surjan compuestos aún más peligrosos. Como expresó la toxicóloga Marthe Vandeputte, la incertidumbre sobre el futuro de los opioides sintéticos es total: el próximo desafío podría estar ya en desarrollo en algún laboratorio.

 El resurgimiento de los nitacenos

Con información de Infobae por Bautista Sanjurjo.

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