La política no determina a la economía, pero lo que ocurrió este domingo va a afectar al programa económico. Fue un comicio provincial para elegir diputados locales que normalmente no tiene importancia, pero la Casa Rosada cometió el error de convertirla en un plebiscito sobre su desempeño. Para ganarlas hay que saber trabajar en elecciones y en estas La Libertad Avanza hizo todo tan mal, que solo podía obtener esta grave derrota. El resultado fue contundente, pero no significa que el peronismo tiene pavimentada la vía para ganar en 2027: todavía hay una gran demanda de cambio que sigue vacante.
Se ha instalado en la Argentina que la política depende de la economía. La mayoría cree que, si se llega a la inflación cero, Milei ganaría las elecciones en la provincia de Buenos Aires, y si se duplica, ganará el peronismo. Hay también un análisis inmediatista: en cuanto ocurre algo, se averigua sobre su impacto en las próximas elecciones. Pero ni los seres humanos son hojas de Excel del Ministerio de Finanzas, ni viven dedicados a la política.
Existe una correlación entre las variables económicas y las políticas, pero no es una relación de causalidad. Si se llega a la inflación cero, bajando todavía más las jubilaciones y cerrando los hospitales, seguramente el gobierno tendría una derrota mayor a la de este domingo. En las últimas presidenciales había la sensación de que la economía estaba destruida, pero Sergio Massa estuvo a dos puntos de ganar la presidencia en la primera vuelta. Trump y Bolsonaro tuvieron éxito en el manejo económico, pero no lograron la reelección.
La política no determina a la economía, pero lo que ocurrió en estas elecciones va a afectar al programa económico. En el extranjero circulan pocas noticias sobre Argentina, pero en estos días se vio a Milei y a sus candidatos huyendo de una caravana en la que participaban, con un candidato que se hizo conocido en el mundo por escapar ridículamente en una moto. En otra noticia, el presidente salía del cierre de campaña en medio de una lluvia de piedras. Algunos funcionarios no tuvieron mejor idea que decir que se había producido un atentado y existía un plan para matar a Milei.
La siguiente noticia llegará mañana: La Libertad Avanza fue derrotada estrepitosamente en las elecciones. ¿Habrá alguien que, con todo esto, quiera invertir en el país? Va a repetirse lo que hemos visto en otras ocasiones: los inversores dirán “esto está difícil, para decidir si invertimos esperaremos las siguientes presidenciales”. Aunque parezca una verdad de perogrullo, para ganar las elecciones hay que saber trabajar en elecciones.
En las presidenciales dijimos repetidamente que Milei hacía una campaña moderna, bien armada, con estrategia, y fuimos de los primeros en hablar de la posibilidad de su triunfo. En estas elecciones hicieron todo tan mal, que solo podían obtener esta grave derrota. No supieron manejar la crisis que se armó con los precios de los medicamentos para discapacitados, o más bien, como analizamos en el curso sobre crisis que dictamos en la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA), hicieron todo lo contrario a lo que aconseja la academia para esas ocasiones.
El tránsito de un partido moderno que vive en la red a un partido tradicional es difícil. Empezó a lograrlo el PRO en 2017 con una campaña meticulosa, en la que un buen candidato, Esteban Bullrich, derrotó a Cristina Fernández en la provincia de Buenos Aires. Si la campaña bonaerense estaba pensada y dirigida por los que llevaron a Milei a la presidencia, otro pudo ser el resultado. Los viejos punteros de la política no estaban en capacidad de dirigir a los mileístas que buscaban un cambio para construir una Argentina sin corrupción.
Esta es una elección de diputados locales que normalmente no tiene importancia. El gobierno cometió el error de convertirla en un plebiscito sobre su desempeño. Es poco probable que Milei pueda repetir la hazaña de Macri en 2019, cuando logró subir, entre las PASO y la primera vuelta, varios millones de votos con una estrategia de manifestaciones autoconvocadas, como explicamos en nuestros cursos. Es algo que no pueden entender los punteros y políticos que han manejado las elecciones en la provincia en esta ocasión.
El resultado de hoy es contundente, pero no significa que el peronismo tenga pavimentada la vía para ganar las próximas elecciones presidenciales. Los estudios siguen registrando que la mayoría de los argentinos reclama un cambio radical que no se realiza volviendo al pasado. Esa demanda de cambio fue la que impulsó a Milei y ahora se ha frustrado con lo que ha pasado con su gobierno. El espacio del cambio está abierto.
¿Puede recuperarse Milei? Tal vez pueda mejorar en octubre si cambia los equipos que manejaron la campaña en la provincia de Buenos Aires. En política es necesario ser objetivos: los resultados obtenidos son un desastre. Hay que comprender que los electores son seres humanos y no cuadros estadísticos. Tal vez se ahorre mucho cerrando hospitales para niños y quitando los servicios a los discapacitados, pero eso conduce a un desastre político que cuesta muchos millones.
En América Latina un año fue siempre demasiado tiempo para saber lo que ocurrirá en la política. Con la velocidad que adquirió la comunicación en la sociedad interconectada, es una eternidad. Lo que está claro, como lo estuvo en los demás países que han tenido elecciones en los últimos años, es que, ante una polarización que rechaza, la gente arma nuevas alternativas que a veces tienen sentido y a veces son simplemente improvisaciones. Si esto se cierra entre Cristina y Milei, puede ganar Tiririca.
Perfil / 08-09-2025