
El amor no mueve al mundo, está claro. Así como que el odio es amor que se ha podrido. Esto de acá viene sobre el amor en tiempos raros.
Hacer cine, serie, documental o cualquier manifestación artística-cultural, en Ecuador, es en sí una tarea titánica si no andar a contramano con la circunstancia, cliché adentro, más si son piezas artísticas de alta calidad en todo su proceso de creación. ¿Por qué? En fin. Así, el 22 de octubre pasado, sorprendió la aparición de “La Cima de la Vida – El valor de la memoria” (You Tube - 2025)
Es una producción de la Fundación TASE, que pretende mostrar cómo es el mundo de quienes padecen Alzheimer, las complejidades para quien lo sufre y el impacto en su entorno más íntimo que, con amor y empatía, procuran días más llevaderos hacia un final más digno. Para ejemplificarlo, sin licencias artísticas evidentes, manifiesta en tono heroico y mucho desde el amor romántico y fraternal por la humanidad, las vivencias de las familias del futbolista y director técnico argentino Edgardo “el Patón” Bauza y del periodista y político quiteño Alfonso Laso Bermeo "el Pancho Moreno", historias unidas por enfermedades neurodegenerativas y la esperanza, para fines interpretativos del video.
Hablar del amor en el arte es una construcción altamente subjetiva que tiene componentes evolutivos amplios y profundos, desde la reproducción de la especie hasta el sentimiento reciproco de saber cuidar y sentirse cuidado, y más allá, inclusive. De sufrimientos tan agresivos como la degeneración cerebral a un video testimonial cercano al género biopic, hay miles de millones de kilómetros de distancia. Y, sin embargo, “La Cima de la Vida – El valor de la memoria” cumple su propósito esencial que es tocar y alterar sensibilidades, específicamente cuando la vida del Patón es abordada en detalles y su deterioro es sentido y duele como si fuese algo de uno.
Desde que el cine es cine y aún en estos nuevos tiempos de invenciones visuales a través de las tecnologías, existió el género de las biografías. Las que tienen que ver con el universo deportivo vienen apareciendo más y más seguido, en las innumerables plataformas digitales. Y aunque todos tienen algo que contar, no todas las historias parecen destinadas a un tributo cinematográfico.
La de Bauza, por carisma, logros y legado, es la historia de un hombre que hizo incomparablemente más de lo quería y podía, con lo que tenía. Si el objetivo de Tato Carrillo, director de La Cima de la Vida – El valor de la memoria, era resumir esa trayectoria profesional y perfil humano como elemento potenciador de su producto, lo logró en esa hora que dura el video, aunque pudo durar menos. Desde su puesta en el aire hasta hoy 5 de noviembre, La Cima de la Vida – El valor de la memoria acumula 167 mil vistas y más de 500 comentarios, en gran medida elogiado por quienes adoran el fútbol, pero más aman a la Liga del Patón. Porque Bauza es gloria eterna.
¿Qué es el tiempo? Cuando no me lo pregunto sé qué es, y cuándo lo hago, ya no lo sé. Edgardo “El Patón” Bauza olvidó la vida, pero la vida no a él.

Néstor Romero Mendoza
5/11/2025